Taller folklórico a cargo de la profesora Cory Peredo
El primer paso para la primera Gala
Son jóvenes con discapacidad mental. Jóvenes que cada sábado se juntan a ensayar rigurosamente sus bailes. Hombres y mujeres que son artistas y que quieren demostrarlo el primero de diciembre en el teatro de la Universidad Mayor.
Por Carlos Alonso M.
Tarde de domingo. Un llamado al celular de Cory, profesora del taller folklórico, interrumpe su paseo por el parque Bustamante. Allí sentada, mientras la brisa del viento recorre su pelo, recibe las palabras de una apoderada. Le informa sobre la invitación que repartirán para la primera gala y el contenido de ella. Mientras escucha, su rostro va sonriendo en señal de aprobación. De conformidad por el nivel de compromiso que los padres han adquirido con la presentación de la primera gala que se exhibirá el 1 de diciembre. Luego de oír el mensaje de la apoderada, Cory le informa que el día de la reunión verán ese tema junto a los demás padres.
Es el día de la reunión. Poco a poco los apoderados comienzan a llegar. La Escuela E 78 queda en las esquinas de Erasmo Escala con Libertad, comuna de Santiago. Su nombre es Edmundo de Amicis. En ese lugar, desde el año 1999, cada sábado se juntan a ensayar para demostrar que tener una discapacidad no es impedimento para ser artistas.
Son niños y jóvenes que transitan entre los 10 y 28 años. Todos con algún problema, ya sea de autismo o down. La profesora viste de buzo rojo. Un color que señala la pasión que le ha dedicado a su taller y a los adolescentes.
El reloj marca las 19:00 horas. Y la “profe” indica que van a esperar diez minutos para que lleguen más padres. Cory corre de un lado para otro de la sala diciendo que está nerviosa… “que nervio” repite hasta que un apoderado, Ernesto, le dice “tranquila, tranquila” que todo saldrá bien.
Ya son las 19:10 y esperarán 5 minutos para comenzar la reunión. Mientras aprovechan de mirar la página donde están los datos del taller. Las fotos de los niños y las presentaciones que han hecho.
Ya es la hora de dar inicio a la reunión. Alrededor de 13 padres están presentes. El primer tema que se aborda es sobre las tareas encomendadas. Y trataba sobre el formato de los programas que se entregarán ese día. Luego toma la palabra Sonia, madre de Orlando, quien en un Power Point presenta la idea de mostrar la vida de ellos, los padres. Desde su matrimonio, embarazo, nacimiento de su hijo y la adolescencia. Todo eso acompañado de música. La idea es reflejar los sueños que tenían en mente cuando recién se embarazaron. El proceso de espera. Y lo que sucedió al momento del nacimiento. Fue un instante de reflexión donde los apoderados miraban en silencio cada diapositiva. Y luego aprueban la idea.
El formato de la invitación que harán se expone. Todos están de acuerdo con lo que hizo Sonia. Ella fue la señora que se preocupó de escribir y de comprar el papel especial para entregarles a los convidados, ya sean estos autoridades o personalidades. El ambiente es más distendido. Se habla sobre la vestimenta que ese día ocuparan los muchachos y muchachas y las fechas de ensayos generales que serán los días 24 y 29 de noviembre.
¿Qué piensan los padres?
Los apoderados están contentos con lo que se viene. Su compromiso está al 100 por ciento con toda la preparación para el día clave: primero de diciembre. Por eso, al consultarles sobre este tema, varios contestan al unísono que todas sus fuerzas están metidas en el taller. Y que éste le ha servido para que sus hijos sociabilicen de mejor manera. Es el caso de la madre de Millicen Riquelme. Ella es Ángela Escobar. Y dice que ahora su hija comparte más con su entorno. Que se desenvuelve de mejor forma. Además, ella nota que su hija viene con ganas al taller y que le gusta participar ejemplificándolo de esta manera: “A mi hija no le gusta levantarse temprano, pero cuando hay que venir al taller lo hace sin problemas, con ganas y sin quejarse”.
Para Sonia, madre de Orlando, el tema tiene que ver también con la integración de los padres. “Cuando se tiene un hijo discapacitado uno se tiende a aislar del resto. Precisamente este taller ha apuntado a conocerse y compartir con otros que tienen problemas similares a los tuyos. Se apela a la integración y a escuchar al que está al frente tuyo”.
En cuanto a cómo se asumió el tener hijos con discapacidad los progenitores expresaron que es difícil al principio, pero que después se aprende a llevar una vida normal. En ese momento, irrumpe la opinión de Ernesto, padre de Itzel, quien argumenta que es difícil definir qué es lo normal. En ese sentido, dice que no se puede catalogar como anormal la situación que ellos viven. Para él fue de sorpresa el nacimiento de su hija, pero lo asumió bien. Los padres en su totalidad consideran que sus hijos son artistas “por donde se los mire”. Pero no sólo porque bailan, sino porque son capaces de ensayar y de seguir el ritmo de un trabajo serio. El taller, además, le ha permitido fortalecer su independencia y sociabilidad.
Para Ernesto la profesora juega un rol fundamental en el proceso y progreso que han tenido sus hijos. “Ella ha hecho un gran trabajo y eso se le agradece” añade.
Comentan que la metodología es buena. Brusca, pero efectiva, porque incentiva su autonomía y capacidad de decisión, ya que arriba del escenario son ellos quienes tienen la última palabra.
1 comentario:
Es muy importante colocar el nombre de la persona que realizó el trabajo de reportaje
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